Reconoce
y ama al Gran Arquitecto del Universo, principio generador de
todo lo que existe.
Trata
fraternalmente a todos los seres, Honra a tus padres por medio
de tu propio perfeccionamiento integral.
Jamás
adules a tu hermano. Demuéstrale que lo aprecias brindándole
el apoyo que necesite.
Que
el bien que hagas sea para tus padres, tus parientes, los huérfanos,
los pobres y el viajero.
Trata
a las mujeres mayores como a tu madre y a las jóvenes como a
tus hermanas. Jamás las defraudes ni las deshonres.
Ama y defiende la libertad, ya que la esclavitud denigra tu
condición de hombre.
Esclarece
el error convenciendo con prudencia al equivocado, pero nunca
caigas en sus errores.
No
maltrates a ningún ser viviente y cuida de estar siempre pendiente
de prestar ayuda.
Sé
paciente al escuchar y prudente al contestar, expresando tus
sentimientos con libertad y juicio. Medita antes de actuar.
No
te dejes influir y sé firme cuando se trate de rectitud.
Dedícate
al estudio, no para ufanarte de tu sabiduría, sino porque sólo
el hombre que sabe, puede ayudar más y mejor.
Por
sabio que ya seas, aprende a escuchar, que todo conocimiento
es útil.
No
pretendas ser el menos malo de los peores, esfuérzate por ser
el mejor de los buenos.
No
sólo te afanes en encontrar a los que necesitas, procura descubrir
a los que por tí puedan ser favorecidos. Evita que tus buenas
obras repugnen. Hazlas sin jactancia.
Considérate
muy lejos de¡ ideal que persigues si la miseria o el hambre
del prójimo te hieren.
Trata
de ayudar a tu patria para el bienestar general.
Huye de los vicios, ya que corroen el alma y depauperan el cuerpo.
Trata
de que tus pensamientos sean como el aire de las montañas: limpios,
puros y benévolos para todos.
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Última modificación: Viernes, 19 Octubre, 2001 a las 8:37 PM